La conexión entre la seguridad de la red y la conectividad a la nube: Buenas prácticas para las empresas

seguridad de la red

Con el rápido crecimiento de la adopción de la nube, alinear la seguridad de la red con la conectividad en la nube se ha convertido en una prioridad para las organizaciones. A medida que los datos sensibles y las aplicaciones críticas abarcan entornos de nube privada, pública e híbrida, las empresas necesitan estrategias de seguridad sólidas para proteger estos activos, mientras mantienen la flexibilidad y escalabilidad que la tecnología en la nube proporciona.

Las principales estrategias para asegurar redes en entornos de nube incluyen el uso de marcos como Secure Access Service Edge (SASE), implementación de firewalls, encriptación de redes y adopción del modelo de Zero Trust (Confianza Cero). Estos enfoques ayudan a proteger los datos sensibles y aseguran que las infraestructuras en la nube permanezcan resilientes frente a amenazas cibernéticas.

Entendiendo SASE: Un Marco de Seguridad Unificado para la Conectividad en la Nube

La era de la nube ha introducido una serie de desafíos de seguridad que los modelos tradicionales de seguridad de red tienen dificultades para abordar. Secure Access Service Edge (SASE) es un marco emergente diseñado para asegurar las operaciones modernas de las empresas basadas en la nube y con una estrategia de trabajo remoto. Combinando la seguridad de red y las capacidades de redes de área amplia (WAN), SASE es una arquitectura nativa de la nube que permite a las empresas aplicar políticas de seguridad consistentes al mismo tiempo proporciona acceso optimizado y seguro a los usuarios en entornos distribuidos.

SASE integra componentes clave de seguridad como:

  • Firewall como Servicio (FWaaS): Cortafuegos basados en la nube que extienden políticas de seguridad empresarial a múltiples ubicaciones y entornos en la nube.
  • Secure Web Gateways (SWG): Protegen a los usuarios de amenazas basadas en la web aplicando políticas de seguridad en el tráfico web.
  • Zero Trust Network Access (ZTNA): Impone controles de acceso de menor privilegio basados en la identidad del usuario, reduciendo la superficie de ataque al limitar el acceso solo a lo necesario.
  • Cloud Access Security Broker (CASB): Monitorea y aplica políticas de seguridad para las interacciones entre usuarios y servicios en la nube.

Con SASE, las empresas pueden gestionar y asegurar su conectividad en la nube desde una única plataforma unificada. Esto reduce la complejidad mientras garantiza una cobertura de seguridad consistente en todos los activos basados en la nube, ya sea en una nube pública, privada o en un entorno multicloud.

Firewalls de Nueva Generación

Aunque los firewalls tradicionales siguen siendo relevantes, los entornos modernos de nube empresarial requieren capacidades más avanzadas. Los firewalls de nueva generación (NGFWs) están diseñados para asegurar la infraestructura basada en la nube y los entornos de TI híbridos. Van más allá del simple filtrado de tráfico proporcionando inspección profunda de paquetes, prevención de intrusiones y controles a nivel de aplicación.

Algunas características clave de los NGFWs en entornos de nube incluyen:

  • Conocimiento y control de aplicaciones: Identifican y gestionan el tráfico de aplicaciones dentro de la nube, aplicando políticas de seguridad basadas en su comportamiento específico.
  • Sistemas de Prevención de Intrusiones (IPS): Monitorizan continuamente el tráfico de red en busca de señales de actividad maliciosa y bloquean automáticamente posibles amenazas.
  • Inteligencia avanzada de amenazas: Aprovechan la inteligencia en tiempo real para detectar y mitigar ataques emergentes, especialmente aquellos dirigidos a servicios en la nube.

 

Para empresas con requisitos complejos de conectividad en la nube, los NGFWs ofrecen el control granular y la visibilidad necesarios para garantizar una adopción segura de la nube mientras se mitigan los riesgos asociados a los servicios basados en la nube.

Encriptado de Red

Los datos son el corazón de cualquier empresa, y al moverse a la nube, proteger esos datos debe ser una prioridad. La encriptación es una práctica de seguridad fundamental que asegura la confidencialidad de los datos tanto en reposo (almacenados) como en tránsito (transmitidos entre usuarios y entornos en la nube).

Para las empresas, la encriptación debe implementarse en todas las etapas del manejo de datos:

  • Datos en reposo: Encriptar los datos sensibles almacenados en entornos de nube para protegerlos de accesos no autorizados, ya sea por brechas de seguridad o configuraciones incorrectas.
  • Datos en tránsito: Asegurar que todos los datos que se mueven entre las redes empresariales, servicios en la nube y usuarios estén encriptados utilizando protocolos como TLS (Transport Layer Security) o VPNs (Redes Privadas Virtuales).
  • Encriptado de extremo a extremo: Para una seguridad máxima, implementar encriptación en cada etapa del ciclo de vida de los datos, incluyendo cuando se procesan, almacenan y acceden por los usuarios.

El encriptado no solo protege los datos sensibles, también ayuda a las empresas a cumplir con requisitos de cumplimiento específicos de la industria (por ejemplo, GDPR, HIPAA) al operar en entornos en la nube.

Seguridad Zero Trust

En los modelos tradicionales de seguridad de red, los usuarios dentro del perímetro de la red eran confiados por defecto. Sin embargo, en entornos de nube e híbridos, este enfoque es inadecuado. El modelo de Zero Trust asume que pueden existir amenazas dentro y fuera de la red, y ninguna entidad—ya sea usuario, dispositivo o aplicación—debería ser confiada por defecto.

En una arquitectura Zero Trust, el acceso se concede sólo después de verificar la identidad del usuario, dispositivo y ubicación, y aplicando principios de menor privilegio. Los componentes clave incluyen:

  • Gestión de Identidades y Acceso (IAM): Mecanismos de autenticación robustos, como la autenticación multifactor (MFA), aseguran que solo los usuarios autorizados puedan acceder a sistemas críticos.
  • Microsegmentación: Al segmentar la red en zonas más pequeñas, las organizaciones pueden limitar la propagación de amenazas y restringir el movimiento lateral dentro de la red.
  • Monitoreo continuo: Zero Trust requiere monitoreo en tiempo real de todo el tráfico de red para detectar comportamientos anómalos e intentos de acceso no autorizados.

 

Con Zero Trust, las empresas pueden asegurar sus entornos en la nube verificando a cada usuario, dispositivo y aplicación que intente acceder a recursos en la nube, asegurando que sólo los actores legítimos puedan interactuar con los activos críticos.

Mejores Prácticas para Asegurar la Conectividad en la Nube

Si bien estrategias como SASE, cortafuegos, encriptación y Zero Trust forman la base de la seguridad en la nube, existen prácticas adicionales que las empresas deben seguir para asegurar que su conectividad en la nube permanezca segura:
  • Implementar Políticas de Seguridad Multicloud: Si su organización opera en múltiples plataformas en la nube, asegúrese de que las políticas de seguridad sean consistentes y coordinadas en todos los entornos. Considere el uso de herramientas de seguridad nativas de la nube que se integren perfectamente con cada proveedor de nube.
  • Realizar Auditorías de Seguridad Regulares: Monitorear la infraestructura en la nube en busca de configuraciones incorrectas, vulnerabilidades e intentos de acceso no autorizados. Las auditorías regulares ayudan a identificar debilidades y abordarlas antes de que sean explotadas.
  • Adoptar Soluciones de Seguridad Automatizadas: La automatización puede ayudar a las organizaciones a detectar y responder a las amenazas más rápidamente. Herramientas como sistemas de respuesta automatizada a incidentes, SIEMs (Gestión de Información y Eventos de Seguridad) nativos de la nube y detección de amenazas impulsada por IA pueden reducir significativamente los tiempos de reacción.
  • Planificación de Respaldo y Recuperación ante Desastres: Asegúrese de que las políticas de respaldo estén en su lugar para proteger los datos críticos. Pruebe regularmente los planes de recuperación ante desastres para garantizar que su infraestructura en la nube pueda recuperarse rápidamente de la pérdida de datos o incidentes de seguridad.

Conclusión

Asegurar la conectividad en la nube ya no es opcional: es una necesidad, ya que las organizaciones dependen cada vez más de los servicios en la nube para impulsar sus operaciones. Adoptar esquemas de seguridad avanzados y abrazar los principios de Zero Trust son pasos críticos para mitigar los riesgos inherentes en los entornos de nube.

Proteger los datos sensibles y las aplicaciones exige un enfoque proactivo y vigilante que se adapte al panorama de amenazas en constante cambio. Al implementar estas estrategias, las empresas pueden abordar con confianza los desafíos de la seguridad en la nube y asegurar que sus operaciones permanezcan resilientes en el mundo digital de hoy.

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